Colegio Walt Whitman

EL DÍA MUNDIAL DE LA INFANCIA

Profesora: Rocío Martorell Dianderas

El 20 de noviembre de cada año, Las Naciones Unidas, celebra el día de todos los niños y niñas del mundo. Esta fecha es el recuerdo anual de la aprobación de la Asamblea General de la ONU, que el 20 de noviembre de 1959 reconoció LA DECLARACIÓN DE LOS DERECHOS DEL NIÑO. En un principio, dicho documento no fue aceptado por muchos países. Tuvieron que pasar 10 años de negociaciones con los gobiernos de todo el mundo, líderes, ONG´s y varias instituciones, para que en la misma fecha pero en 1989 se logre acordar el texto final de la CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, cuyo cumplimiento es obligatorio en todos los países firmantes.

El objetivo principal de esta fecha es recordar a todos los ciudadanos, que los niños son los más vulnerables, los más afectados y por lógica los que más sufren ante cualquier crisis o problema que se presente. Por eso en esta fecha tan importante se reafirma el derecho que tienen TODOS LOS NIÑOS A LA SALUD, LA EDUCACIÓN Y LA PROTECCIÓN, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido.

¿Y nosotros qué estamos haciendo por nuestros niños?  Me refiero a nuestros hijos, a nuestros pequeños, que estoy segura criamos con mucho amor y esmero.  A los que alimentamos, vestimos y procuramos que nada les falte y  por  los que trabajamos. A  quienes  procuramos complacer en todos sus gustos y antojos, por muy descabellados que nos parezca.

Parece que en el párrafo anterior están la pregunta y la respuesta, pero no es así. Porque los pequeños, nuestros pequeños, pueden estar muy bien, alimentados, vestidos y consentidos, pero al ser niños los podemos vulnerar muy fácilmente, producirles heridas emocionales que, lastimosamente tardan toda una vida en curarse, y lo más grave de todo lo hacemos sin ninguna intención de hacerles daño y por ende sin darnos cuenta.

Debemos ser extremadamente cuidadosos con nuestros niños, hay frases, palabras, órdenes, comentarios, dichos sin querer, sin tener la mínima intención de ofenderlos, pero a ellos les choca, les duele, se sienten heridos, defraudados, engañados y como no tienen la capacidad de Discernimiento, creen que son ellos los que están mal, que  son los culpables, se sienten desconcertados y no lo expresan, pero la herida se formó en su pequeña alma, y por eso vemos que nuestros adolescentes, y a veces adultos, son tímidos, inseguros, desorientados y que muchas veces se dejan llevar por el camino oscuro o fácil que les promete falsamente que todo estará bien.

Este 20 de noviembre sea una fecha propicia para agradecer que nuestros pequeños están felices y seguros en casa, pero sobre todo, para que tomemos conciencia que tenemos en nuestras manos , un ser que se está formando, que somos  sus únicos referentes, que las decisiones que tomemos, buenas o malas, para nosotros, los van a afectar toda la vida y que entendamos de una vez, que la mejor forma de hacer de nuestros pequeños, hombres de bien y felices, es tratando que tengan una niñez en la que se sientan  siempre seguros, protegidos y muy amados.

¡FELIZ DIA DE LA INFANCIA!

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